martes, 2 de junio de 2009

Después de las fiestas

Y cuando todo el mundo se iba
y nos quedábamos los dos
entre vasos vacíos y ceniceros sucios,

qué hermoso era saber que estabas
ahí como un remanso,
sola conmigo al borde de la noche,
y que durabas, eras más que el tiempo,

eras la que no se iba
porque una misma almohada
y una misma tibieza
iba a llamarnos otra vez
a despertar al nuevo día,
juntos, riendo, despeinados.
J.C

1 comentario:

  1. Se borró el comentario que hice o estoy loco?

    Creo haber remarcado que eso de "y que durabas, eras más que el tiempo" era fabuloso.



    Un beso enorme!

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