domingo, 8 de marzo de 2009

Trieca

Huir.
huyamos de este infierno
que corta las muñecas a los seres caminantes
con agujas de reloj.

Amar.
¡Oh, señuelo! Bendito destino
incierto. Nos muestras el camino
intransitado pero nuestro,
siempre nuestro.

Morir.
La vida se desfonda
ante la inconcordancia de cuerpo y mente.
Sin integridad la vida ronda
como alma en pena ella ronda
sin lugar ni aspiración.

No hay comentarios:

Publicar un comentario