miércoles, 18 de febrero de 2009

L'étranger

Te observo
y desnudo con la mirada.

Te huelo
y tus fragancias emborrachan mis sentidos.

te toco
y mis manos exploran tu piel entre las ropas.

Proclamo parte de mi propiedad
tu esbelta figura.
Me apodero,
y frenéticamente te acaricio
tomando el mando
en ese juego de vaivén sexual.

Ceremonia impura,
solo mis reglas toman fuerza;
dualidad etérea,
son solo mis gemidos
los que resuenan.

Puedo sentirte,
observarte, olerte, tocarte,
amarrarte a mis movimientos,
fingir que me perteneces.

(Aunque nunca serás mía)

Es imposible ejercer poder,
cuando uno mismo no se posee.

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